Por
John MillarLa escena en la que JACKIE Earle Haley acapara todo el protagonismo al aparecer como el enmascarado Rorschach en ‘Watchmen’ (la esperadísima película basada en la célebre novela gráfica de Alan Moore) pone el sello en una de las historias recientes de retornos más notable de Hollywood.
Este actor de 47 años fue una estrella adolescente en éxitos cinematográficos tales como ‘Una pandilla de pelotas’ y ‘El relevo’, y apareció junto a Tom Cruise en la comedia de 1.983 ‘Ir a perderlo y perderse’.
Luego, a medida que los papeles iban escaseando, despareció de la pantalla durante unos 15 años y desempeñó toda clase de trabajos, desde vigilante de seguridad hasta conductor de limusinas, para mantenerse a flote. Incluso fundó una empresa en San Antonio que hacía vídeos empresariales, y así pasó al otro lado de las cámaras en un negocio que ya conocía y que le encantaba.
Cuando regresó a la gran pantalla después de tanto tiempo alejado de los focos, Jackie lo hizo con gran estilo… dejando su huella en ‘Todos los hombres del rey’ y consiguiendo su primera nominación al Óscar al mejor actor secundario por ‘Juegos secretos’.
Ahora, en ‘Watchmen’, Jackie demuestra que ha vuelto para quedarse, con una interpretación fundamental en el papel de Rorschach, que patrulla la noche con una gabardina y una máscara (que tiene un dibujo parecido a los dibujos de tinta del test de Rorschach), decidido a descubrir quién planea la destrucción de los superhéroes en un mundo que parece encaminarse hacia la catástrofe nuclear. Rorschach es también crucial para la película ya que tiene el papel adicional de narrador.
El esbelto actor de California, de suave voz, alcanzó el estatus de icono al principio de su carrera al interpretar al asesino adolescente Kelly Leak en ‘Una pandilla de pelotas’.
Y ya se insinúa que ‘Watchmen’ podría suponer otro gran hito para Jackie, y que su actuación como Rorschach podría transformarle en un héroe de culto.
Pero, modestamente, Jackie insiste en que es su personaje quien merece el estatus de figura de culto.
“Rorschach es icónico”, dice. “Una de las cosas que encuentro fascinantes es que he tenido la oportunidad de interpretar a dos personajes icónicos… el primero de los cuales fue Kelly Leak. Todo el mundo respondió de verdad a ese personaje y ahora, después de todos estos años, podemos mirar atrás y decir, sí, era un personaje icónico”.
“Y ahora Rorschach era icónico antes incluso de que yo abriese el libro, así que soy muy afortunado por poder interpretarle, pero también conllevaba mucho riesgo, porque a la gente a la que le parece un icono podía no gustarle lo que he hecho. Pero creo que es bastante improbable que eso suceda porque este personaje significa mucho para mí”.
Eso es quedarse bastante corto. De hecho, podría argumentarse que, tan pronto como leyó ‘Watchmen’, Jackie Earle Haley se concentró totalmente en demostrar que era el único actor capaz de hacerle justicia a Rorschach.
“Estaba súper ilusionado con la idea e interpretar a este personaje”, reconoce. “También me parecía que era físicamente apropiado para el personaje y que podía aportarle algo”.
Jackie no era el único que creía que era perfecto para interpretar a Rorschach. “Hace algunos años, vi en Internet un sitio donde la gente sugería que yo sería perfecto para este papel. Y en esa época yo aún no había vuelto a actuar, y cuando lo hice y me enteré de que Zack Snyder estaba trabajando en esto, los agentes llamaron y sondearon si había algún interés. Y durante un tiempo no lo hubo. Estaban explorando un camino diferente, con grandes estrellas del cine y todo eso, lo que tenía su lógica. Pero por alguna razón, cuando se hizo evidente que eso no iba a suceder, nos dijeron que no lo era y nos volvimos proactivos”, explica.
Jackie estaba tan obsesionado con la idea de interpretar a Rorschach que ni siquiera esperó a ver si le llamaban para hacer una prueba para el papel. Decidió tomar impulso creando una película casera en la que interpretó su versión de Rorschach.
“Mi agente y manager y yo no queríamos esperar a ver si había algún interés. Así que me lancé e hice mi propia cinta de prueba. Es una grabación bastante cursi”, admite con una sonrisa.
“Llegué al extremo de hacer la típica versión Halloween de Rorschach”, explica. “Fui a una tienda y me compré la gabardina equivocada. Había otra más cara y que era la que tendría que haberme comprado… era parecida pero más de cuero. Entonces vino un amigo mío y me ayudó a fabricar la máscara con unas medias y cosas así. Tenía muy buena pinta, y mi amigo hizo un dibujo de Rorschach para la máscara que probablemente era más elaborado que en el libro. Era como muy genial y cursi a la vez”.
Entonces, con la ayuda de un puñado de amigos, Jackie se dispuso a hacer esta prueba grabada tan poco convencional. “Intenté hilvanar una trama, para que hubiera un principio, una mitad y un final. Fue un trabajito apasionado emprender y conseguir esto, y puede que tuviera a unas 14 ó 15 personas ayudándome a hacerlo. Como ya he dicho, era algo cursi, era sólo una pieza de prueba, pero era todo lo que se supone que debería ser… ¡y funcionó!”
Ese trabajo casero ciertamente impresionó al director Zack Snyder. “Creo que lo que más le gustó de mi cinta fue la pasión que había en ella”, dice Jackie entre risas. “Lo que creo que equivale a decir… pues que la cinta era malísima pero la pasión estaba ahí”.
La voz que Jackie utiliza como Rorschach fue otro eslabón fundamental a la hora de crear a este personaje único. “La lectura que hizo Alan Moore (creador de la novela gráfica) de Rorschach en televisión fue un motivo de inspiración, pero yo llegué por mí mismo a la misma conclusión, ya que no la había visto antes de la prueba”, dice el actor.
“Cuando uno lee un libro, oye cosas en su cabeza, así que cuando estaba leyendo ‘Watchmen’ había algunas indicaciones en sus viñetas, y eso fue justo lo que oí. Para ser sincero, creo que nunca lo hice de otra manera. Zack y yo hablamos y nunca lo hice de otra manera”.
Antes de ‘Watchmen’, Jackie no había sido nunca un gran fan de los cómics, pero ahora eso ha cambiado del todo. “He empezado recientemente a ahondar en el tema, y acabo de terminar de leer ‘V de venganza’”, dice. “Cuando leí ‘Watchmen’, me di cuenta de que su autor Alan Moore es claramente muy inteligente. Luego, cuando leí ‘V de venganza’ y pude ver y comparar las dos obras, me di cuenta de que es realmente brillante. Su perspicacia ha sido muy clarificadora para mí”.
Puesto que interpretar a Rorschach era una obsesión tan apremiante, no resulta totalmente inesperado descubrir que fuera un personaje del que a Jackie le resultó muy difícil desprenderse.
“Hay algo extraño acerca de ese tipo… todavía está conmigo”, admite Jackie. “Muchos de mis personajes parecen tener en común su comportamiento obsesivo… que es algo con lo que puedo identificarme. Ronnie McGorvey de ‘Juegos secretos’ (el papel que le valió una nominación al Óscar) era un personaje realmente raro, y tuve que ir a sitios realmente raros. Pero, por alguna razón, cuando terminábamos me podía ir a mi caravana, cambiarme de ropa y sentirme bien. Todo fue genial”.
“Pero Rorschach abrió una puerta y yo entré, no a un sitio de locos, aunque está en un sitio de locos… sé que lo que yo veo lo ve mucha gente y es bastante obvio. Pero me parece que a veces, cuando uno lo ve desde su retorcida perspectiva, uno empieza a darse de cuenta de lo retorcido que es realmente el mundo en el que vivimos. Así que es un tipo del que es difícil desprenderse. De alguna manera extraña, no habría que desprenderse de él”.
A veces, convertirse en Rorschach hacía que Jackie se sintiera incómodo, pero lo más duro con lo que tuvo que enfrentarse fue el hecho de que el personaje fuera un solitario, y eso comenzó a afectar a la manera en que Jackie se comportaba fuera del plató.
“Empecé a ver que me aislaba demasiado en mi apartamento”, dice, subrayando que en el pasado ya se había enfrentado a la naturaleza solitaria del trabajo. “En ‘Todos los hombres del rey’ estuve solo en Nueva Orleáns durante cuatro meses. Soy casado y estoy acostumbrado a estar rodeado de gente, y allí (en Nueva Orleáns) empecé a hablar solo, lo cual es raro”.
“Pero cuando interpretaba a este tipo (Rorschach) estuve fuera seis meses, y hacia el final tuve que empezar a salir más con todo el mundo. El aislamiento probablemente había ayudado a mejorar mi interpretación, pero me di cuenta de que tenía que ser más sociable. Estaba ahí metido, obsesionándome demasiado, siempre solo y examinando continuamente a ese tipo, y estando solo dentro de mi cabeza. Y es un sitio que da demasiado miedo (dentro de mi cabeza) como para estar mucho tiempo en él”.