All Star Superman

Todo el mundo sabe que los superhéroes son deformables. No, no me estoy refiriendo a las habilidades de Reed Richards o de Plastic Man, si no a que cada autor, ya sea de guión o de dibujo, lo modifica un poco de manera que el personaje en si va ganando en riqueza, ya que tiene un poco de cada uno de sus padres.
Por eso, me quede asombrado cuando vi el dibujo de Quittely. Ese trazo limpio y calido, esos colores y es manera de planificar las escenas, son más típicas de comics europeos de tapa dura, que de comics americanos (y si no mirad la portada del número 1, y ya me contareís). Simplemente por el dibujo, ya merece la pena comprarse esta obra de Planeta. Pero es que además, la historia de Morrison (últimamente, es el perejíl de todas las salsas), aprovecha para rendir un homenaje al Héroe por antonomasia (así, con mayúsculas), haciendo un hipnótico recorrido por sus ya 70 años de vida, en la que seguramente aparecerán sorpresas que no nos esperamos, aunque expliquen muchas razones vitales del chico de azul y rojo.