TITULO ORIGINAL: Diary of a Cannibal GENERO: Terror
PAIS: Estados Unidos DURACION: 81 Minutos
AÑO: 2006 DIRECTOR: Ulli Lommel
GUION: Jeff Frentzen y Ulli Lommel
INTERPRETES: Bud Watson, Jillian Swanson y Trevor Parsons
PRODUCTOR: Jeff Frentzen y Ulli Lommel
SINOPSIS
Un extraño acto de amor se da en una pareja, un hombre consiente ser asesinado y devorado por su novia.
CRÍTICA
En DARK son unos cachondos, eso la convierte en una televisión por cable realmente divertida capaz de pasarte las dos temporadas enteras de Masters Of Horror o en algunos pases caspas como los caníbales lisérgicos.
A la ocho de la tarde en horario de máxima audiencia son capaces de retransmitir ultra gore alemán, figúrense en una casa donde anden niños pequeños y por casualidad se sienten y vean eso. Los padres se pueden preparar una pasta en asistencia psicológica.
El otro día veo por la revista “Diario de un caníbal” Con ese título me digo esos chalaos programan a las siete de la tarde una de canibalismo extremo donde una parejita se comen declarándose amor eterno. Me esperaba algo muy bizarro, con gore a tutiplén en una de esas explotaciones que no les falta vergüenza en ofrecer lo que dicen.
La cosa empieza y bueno ya sabía que no era una de Kubrick pero me encuentro con un video casero. Las preguntas se agolpan en mi cabeza.
¿Qué es esto? ¿Es el día de los inocentes? ¿Quién coño se oculta tras esta infamia rodada con su cámara y montada con el Movie Maker?
Todas las dudas se despejan cuando investigo y me sale el nombre de Ulli Lommell, casi me da un patatús. El germano vuelve a contar con ¿Actores? En tropelías anteriores como Trevor Parsons con el que rodara “Es un decir” Curse of the Zodiac o But Watson cómplice también en por ejemplo Dungeon Girl. Por un lado debo decir que admiro a esta tropa. No puedo entender por mucho que me rebane los sesos como es posible que con grabaciones caseras y escenas gore resueltas con Ketchup consigan distribuir en DVD todo lo que hacen y ganar seguramente una buena pasta en las ventas en televisión por cable. Sin duda el tal Lommell debe ser un relaciones publicas excepcional mucho mejor evidentemente que director, actor, guionista, montador porque es todo eso y encima millonario haciendo diez pelis por año en su apartamento y donde actúan su mujer, el vecino, el y sus cuatro amigotes con maquillaje sacado de la tienda de enfrente.
En la que nos ocupa no tenemos canibalismo ni nada de nada, solo dos jóvenes atontaos que se dedican carantoñas en planos mareantes con la puta camarita, al final se da a entender que ella se lo come y sale la cabeza del chico que es un muñeco colocado de cualquier manera en la nevera. Entonces termina y yo jurando en arameo. ¿Por qué la aguante? Pues no lo se, supongo que no acababa de creerme lo que estaba viendo y tuve que asegurarme.
Lo Mejor: Que termine.
Lo Peor: Que estos tipos vivan de esto.
Un 0.