Título: "Manoa, la ciudad de oro"
Nacionalidad: España
Año: 1999
Duración: 85 min
Director: Juan Piquer Simón
Guionista: Juan Piquer Simón
RESEÑA
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"Que Juan Piquer Simón nunca ha sido un cineasta con dosis de gran talento es tan evidente como que su apuesta cinematográfica siempre ha estado repleta de ilusión e ímpetu por sacar adelante proyectos ante los cuales cualquier otro se hubiera rendido. Es facil tirar por tierra el trabajo de este limitadísimo director en cuanto a dominio del medio cinematográfico, pero debemos rendirnos ante la evidencia que la serie Z ha ganado con el tiempo en encanto y reivindicación (siempre y cuando sea desde la modestia y no encumbrandoa mediocres como autores) por parte de una legión de seguidores dispuestos a pasar por alto la incapacidad de su director.
“Manoa, la ciudad de oro”, anunciada como la adaptacion al medio cinematográfico de una novela de Emilio Salgari con guión del propio Piquer Simón, contiene las mayores evidencias de nulidad como producto cinematográfico que uno recuerda, no solo a nivel argumental, fusilando tópicos y situaciones previsibles más típicas de un subproducto de épocas pasadas que de un filme actual (ni tan siquiera sirve de excusa el hecho de pertenecer a un proceso de producción limitado de escaso presupuesto).
Dicho guión recurrer a lo arquetípico de forma enfermiza, delimitando su propia andadura como historia consistente al hacer especial hincapié en lo absurdo de la propuesta, ayudado eso si, por una serie de actores que interpretan a sus personajes con tal desidia que asombra nada más verlo (aquí si me apuran ni tan siquiera el prolífico actor de series B Frank Braña muestra una cara digna).
Pero la peor parte se la lleva el apartado técnico, completamente descompensado tratándose de una historia de aventuras con bastantes aspiraciones argumentales. Si la iluminación se convierte en un suplicio para el espectador, dando la sensación de producto amateur destinado a rellenar huecos horarios en alguna televisión local, la puesta en escena de Piquer Simón es bochornosa, recurriendo al plano fijo durante todo el metraje, olvidándose de movimientos de cámara y por ello dando la sensación de subproducto filipino rodado en plano fijo con cuatro cámaras robadas (es un decir, por supuesto).
Los decorados de cartón piedra y el horrendo montaje no ayudan en exceso a hacer creíble semejante bodrio, cuyo destino debería ser ejercer de pisapapeles en cualquier almacén recóndito de nuestra geografía.
Mala, malísima producción de aventuras que pasó completamente desapercibida en su estreno, un producto no solo bochornoso, sino impropio de un cineasta que cuanto menos demostró pasión y valor en el pasado. Deleznable."
Por Iván Villamel Sanchez