Critica de “The Crazies” –2010- por Cristian García Durán

Título: The Crazies
Título Original: The Crazies
Director: Breck Eisner
Nacionalidad: USA
Año: 2010
Duración: 101 min.
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Género: Terror, Ciencia Ficción
Guión: Ray Wright, Scott Kosar
Reparto: Timothy Olyphant, Radha Mitchell, Danielle Panabaker, Joe Anderson
Web Oficial: http://www.thecrazies-movie.com/

Sinopsis:

Un pueblo tranquilo de habitantes amables se ve afectado por un virus derramado en el río abastecedor de agua de dicho pueblo, Ogden Marsh, el cual vuelve a los quien la ingiere en depravados y sanguinolentos asesinos. No obstante, el sheriff y su mujer, junto al ayudante de este y una vecina del pueblo tendrán que descubrir que se esconde detrás de todos los asesinatos producidos por el virus, en una carrera de supervivencia en la que los peligros acechan bajo las ansias de sangre de los ya no tan amables vecinos.

Con el brote del virus, llamado Trixie, un arma biologica, el cual iba en un avión para ser incinerado en Texas el cual se estrella en el río abastecedor de agua de Orden Marsh provocando una anarquía de asesinos infectados, la intervención del ejército de estados unidos no se hace esperar. Estos ponen en marcha un dispositivo de contención el cual al verse descontrolado, provoca el tiro al plato contra todos los habitantes, infectados o no, de tan idílico pueblo representante del sueño americano. Como consecuencia, una bomba es detonada destruyendo el pueblo, y los medios alegan a este fenómeno la explosión de una planta química, por lo que el resto del mundo queda ciego ante lo que de verdad sucedió.

Critica:

Muchas películas representan y captan a la perfección el ya sumamente conocido sueño americano; pero pocas como es el caso de The Crazies, lo masacran, desmitifican y lo aniquilan de forma tan aterradora. Partiendo de este “sueño”, imaginemos un lugar idílico, donde el mayor peligro es la visita de una criatura silvestre en busca de comida. Tu vecinos son adorables, conoces a todos los habitantes del pueblo, y eres respetado y alagado por dichos habitantes. Pero qué pasaría si de repente todos buscasen ansiosamente matarse entre ellos; bienvenido seas a The Crazies, donde pedir sal al vecino nunca fue tan difícil.
Basándonos en este asunto, la película recrea perfectamente el terror de ver a tus conocidos matando a sus seres queridos, o no tan queridos, bajo un frenesí de sangre y ruidos atronadores. La película muestra perfectamente el drama y el terror ante una situación imprevista, y tan impactante para los habitantes no infectados del pueblo.



Nos centramos ante un remake, que se gana el dicho título, ya que por lecturas de críticas de la película original de 1973 de George A Romero, la situaban en parámetros no muy positivos ah dicha película en la que The Crazies se basa. Teniendo en cuenta esto, el director Breck Eisner ha tenido muy buen material para lucir una buena carnicería, por lo que debemos a Romero mucho de la película que tenemos entre manos, ya que por lenta, o poco aterradora que fuese la versión de 1973, nos dio buena base para posibles remakes, lo cual se confirma en este film.

En cuanto al transcurso de la acción, nos introduce de lleno en lo que se les viene encima a los protagonistas, David (Timothy Oliphant), Deardra ( Chirstine Lynn Smith), Russel (Joe Anderson) y Becca (Danielle Panabaker), ya que nada más iniciarse los títulos de la película, nos muestran un plano de la ciudad devastada dos días después del primer asesinato. Posteriormente, todo es un flashback de historia completa en el que narran la historia dos días antes.
Lo cual como inicio, esta mas que mejor para abrir el apetito. Un apetito que se sacia de manera extraordinaria gracias a las escenas de terror y gore incluido, que no dejan indiferente a cualquier asiduo del género.



La belleza y la tranquilidad inicial, claro está, de Ogden Marsh se plasma en planos amplios y de mucha luz, acompañados de música country, lo cual nos ambienta muy bien en el ámbito rural de un pueblo que contrasta la modernidad con la tradición americana. Cuando la cosa se pone seria, los planos siguen en su línea, pero totalmente opuestos; la oscuridad y los sonidos atronadores nos encojen en asiento. Cosa fundamental en cualquier película de terror, por supuesto.

El manejo de la felicidad global del inicio con el transcurso de los hechos que van perturbando a los personajes y por consecuencia a la historia, se maneja en dosis muy bien controladas, en un terror progresivo que culminará con el brote del virus y el enloquecimiento consecuente de los habitantes infectados.
Los personajes se sitúan bien en sus roles, cada uno con su oficio y deber, propios de la rutina existente en pueblos de esa índole. Esa rutina se ve contrastada por al necesidad de supervivencia, lo que supone unos roles extras en cada personaje, véase disparar quien no suele disparar, o mirar a las espaldas de quien siempre se sintió seguro en Orden Marsh.

La película se abstiene de tópicos, ya que por mi difícil que parezca, el sheriff es competente y eficaz, como al contrario suele pasar en películas ambientadas en ámbitos rurales. Los personajes están bien caracterizados, pero se les nota demasiado urbanistas al desenvolverse en un pueblo tan rural, donde la gente se dedica a la cosecha. Aunque con los medios actuales, por muy rural que seas siempre acabaras enterándote de la última noticia. Es por eso que los personajes protagonistas representan un caso aislado con el resto de los vecinos de Orden, lo que queda un tanto irrealista; todos rurales, o todos urbanistas. Ya que no sólo la forma de pensar, comportarse y actuar, sino su físico estilizado comparado con el de los demás habitantes los sitúa desde mi punto de vista, en un plano un tanto irreal, teniendo en cuenta lo rural, claro está.



No obstante, la historia nos sitúa en un plano serio, con las esporádicas vistas de satélite, y los letreros que indican contener la infección en la zona, a la vez que datos técnicos como la población, lo que sitúa a los personajes en un escenario controlado por el una entidad llamémoslo gubernamental armamentística haciéndoles actores dentro de una trama que podría suceder en al vida real. Como dato, esta visión de satélite, nos da la clave del final, lo cual puede dar cabida a una secuela, cosa que estará por ver.

Se crea empatía con los personajes al verse en vueltos en una trama que tardaran en entender, y ante la pregunta: ¿Tú qué harías? Planteamiento que deja bien claro el director al situar habitantes normales en una trama no tan normal, y dantesca.



En cuanto a los asesinos en cuestión, tienen cierta similitud a los zombies de hoy en día, rápidos y vociferantes, lo cual se hacía esperar, debido a las modas, véase, 30 días de oscuridad, o 28 semanas después. Un factor importante en el terror, es ver a los potenciales asesinos previos a la culminación de la infección, y su compartimiento de locos (The Crazies), véase la mujer que aparece cantando mientras que monta en bicicleta por el pueblo desolado.

En esta película los tópicos premian por su ausencia, salvo el que el Sheriff David y su ayudante aparezcan en el momento preciso con un buen acierto de bala, salvando así a los protagonistas, lo que es perfectamente entendible para el transcurso de la trama, es de agradecer en ciertos apuntes, ya que se producen varias situaciones en los que no queda claro quién va a salir ganando, regalándonos así un suspiro al ver salvarse a los protagonistas, aunque algunos no corran la misma suerte que el sheriff y su mujer embarazada Deardra; y no doy más datos.

Como decía anteriormente, el film empieza fuerte; tanto es así, que el sheriff tiene que disparar a un vecino conocido, lo cual le crea un proceso de culpabilidad, lo cual nos acerca más a la humanidad de los personajes, los cuales se endurecerán acorde a los acontecimientos, haciéndoles inmune a apretar el gatillo.



Acabo refiriéndome al mensaje de crítica social del film, el cual hereda perfectamente de las películas de George A. Romero., el cual se muestra al final, mientras que los créditos finales se deslizan en la pantalla, en el que aparece un interlocutor diciendo que el suceso de la bomba que arrasa Ogden Marsh, es producto de un accidente en una planta química, la cual no se da a aparecer en ningún momento en la película, lo que nos hace ver que la falsa veracidad de los medios, lo cual estamos más que acostumbrados a percibir, y que no hay que creer lo que oyes, sino lo que vives.

Con esto acabo, aportando lo mejor y lo peor de la película, en un intento de acierto y complicidad con la opinión del lector. Y recuerda, ten vigilados a tus vecinos, nunca se sabe lo que puede pasar.

Lo mejor: la trama al completo, la cual no deja cabos sueltos y la escena acompañada de música de cuna mientras que el sheriff es estrangulado.

Lo peor: que el sheriff y su ayudante aparezcan justo en el momento y segundo preciso.

Esto son meras observaciones, no pretendo que el lector se quede tan sólo con estos datos, sino que comprenda esta historia y lea estos datos aislados puramente personales.

Comentarios sobre la producción:

En 1973 el reconocido director de cine de terror George A. Romero estrenó su cuarta película, The Crazies, una provocadora historia sobre una pequeña ciudad afectada por un virus mortal que se extiende más rápido que el pánico. La nueva y escalofriante versión de Breck Eisner del clásico de Romero va incluso más allá que el original y crea un aterrador mundo en el que un arma biológica experimental obliga a los infectados a poner en práctica sus pensamientos más oscuros y terroríficos.

“Hemos cogido la realidad y la hemos adaptado y moldeado hasta límites extremos”, comenta Eisner, “pero el argumento, la ieda principal de la película, se basa en una realidad posible.”.

El productor Rob Cowan asegura que su idea inicial con The Crazies era una historia relativamente pequeña y controlada. “Pero en cuanto leí el guión, me di cuenta de que iba un paso más allá del resto de películas de este tipo, aunque no deja de ser una película de suspense y terror, que encantará a los aficionados al género.”

Según Cowan, Eisner es el genio que ha llevado el guión a nuevos niveles. “Breck es un magnífico director, que ha sacado lo mejor del material disponible. Ha respetado el guión al máximo, pero también le ha dado un toque de su particular sensibilidad, manteniendo los elementos más aterradores y espeluznantes.”
La nueva adaptación es obra de los guionistas Ray Wright (Pulse) y Scott Kosar (La morada del miedo). Wright confiesa que no vio la versión original hasta justo antes de ponerse a redactar el primer borrador del guión. “La situación dramática es tan convincente –una pequeña ciudad asediada- que enseguida me llamó la atención. Además, George Romero es una leyenda, y fue todo un privilegio trabajar sobre una creación suya.”

Junto a Eisner, los guionistas cogieron el concepto original y lo actualizaron, creando un guión totalmente espeluznante, además de increíblemente metódico. “Breck quiso trabajar con nosotros desde el principio del proceso de redacción, desde la construcción de escenas, hasta la edición final de diálogos”, comenta Wright. “Al final, probablemente acabé con media docena de borradores, pero los cambios más importantes se hicieron al inicio.” Y Eisner añade que “el guión inicial de Scott daba más importancia al ejército. Pero quisimos que la película se enfocara más hacia el terror que sufrían los habitantes de la ciudad. No llegamos a eliminar al ejército, les quitamos relieve para contar toda la historia desde el punto de vista de David y Judy”.
Cuando comenzó la producción de The Crazies Cowan se vio envuelto en un rodaje que en algunos momentos alcanzó proporciones épicas. “Teníamos convoys y aviones militares” comenta, “e incluso un ejército de helicópteros que llegaban y rodeaban a los habitantes de la ciudad. Cada día teníamos alguna gran escena de especialistas. Era un no parar.”

Hay dos aspectos del argumento de The Crazies que trascienden el género fantástico, según el productor. El primero es que la acción se sitúa en una idílica comunidad agrícola que lo tiene todo hasta que la vuelven completamente del revés. “La amenaza viene de unos personajes que son familiares. La historia te lleva a conocer bien a quienes acaban convirtiéndose en los “crazies”, personajes que a menudo tienen una estrecha relación con los protagonistas.” “El otro elemento interesante es el ejército y sus reacciones. Son una verdadera amenaza, por lo que los protagonistas no sólo tienen que lidiar con los infectados, sino que se encuentran con otra fuerza que va a por ellos. La única opción que les queda es unirse para luchar juntos.”
Brian Frankish, productor adjunto de The Crazies asegura que la energía y la perspectiva de Eisner fueron esenciales para convertir la película en algo extraordinario. “Breck tiene un espíritu joven, y un vista que va más allá de lo que ve la cámara. Se rodeó de un equipo magnífico, como Andrew Menzies, el diseñador de producción, y Maxime Alexandre, director de fotografía. El resultado es una película que atraerá la atención del público por su impacto visual, sin dejarles quitar ojo a la acción que tiene lugar en la pantalla.”

El elevado nivel del resultado final distingue esta película de su antecesora, que se hizo con el típico presupuesto ajustado de Romero. Según Frankish, “lo que hace que la versión original sea interesante es el propio George Romero. El guión es magnífico y la idea central es la misma sobre la que hemos trabajado nosotros. No se trata de mujeres y adolescentes en peligro. No hay un terrible monstruo que acecha a un pequeño grupo de personas. Es algo a muy mayor escala, y eso es aún más aterrador.”



Radha Mitchell, que interpreta a la doctora Judy Dutton, esposa del sheriff y la médico local, considera que precisamente por eso la premisa de la historia es aún más escalofriante. “Normalmente, en este tipo de películas, la amenaza es exterior. Pero en este caso la historia transcurre en una pequeña ciudad, donde todos se conocen y el peligro puede venir de cualquiera de los que te rodean. Coger algo conocido y convertirlo en algo desconocido es una técnica muy interesante.”

De acuerdo con Eisner, “una de las cosas que más me gustan de la película es que sucede en el corazón de Estados Unidos. Es uno de estos enormes espacios, con grandes campos de maíz que llegan hasta donde ya no alcanza la vista, una inmensa meseta vacía que crea un escenario único. No hay árboles, ni edificios, ni casas. Puedes avanzar por una carretera y ver hasta más allá de cincuenta kilómetros en cualquier dirección y el horizonte es el único límite. No hay donde esconderse, y los personajes deben evitar al ejército, a los infectados y a la propia enfermedad, mientras avanzan por este paisaje descubierto, que empieza siendo amigable y se acaba convirtiendo es algo aterrador.”



Y lo que aporta aún más interés a la historia, es la rapidez con la que se esparce la infección. El virus logra devastar una ciudad en poco más de tres días. “Rodamos una escena donde David, el personaje de Tim Olyphant, camina por una tranquila e inmaculada calle” comenta Frankish, “y unos días después vemos televisores en medio de la calzada y cables arrancados y coches en llamas. Los infectados han tomado la ciudad y el ejército no puede controlarles. La consecuencia son disturbios como los de Los Angeles o los del Huracán Katrina. Un auténtico caos.”

The Crazies promete ser una controvertida película que llevará al público a varios comentarios después de verla. Según Frankish: “Ya me imagino a los estudiantes en bares de todo el país, discutiendo sobre la película y decidiendo si todo esto es posible. La repercusión puede ser de larga durada”.

Olyphant, protagonista del film, señala los puntos en común con el clima social que se vivía en la época en la que Romero escribió el guión original. “Lo que es evidente en las películas de Romero, es que la historia va más allá de la simple locura. Tocó temas candentes del momento, como la guerra en Vietnam, y ahora estamos en una situación similar, con una guerra y opiniones divididas sobre ella.”



Pero cualquier mensaje adicional, según Cowan, es secundario al entretenimiento que propone la película. “No queremos hacer una declaración de principios. Hay elementos intrínsecos que reflejan el momento que estamos viviendo, y cómo se siente la gente en lo que se refiere a su seguridad. Todo forma parte de la historia, sin que tengamos que ponerlo específicamente por escrito. El subtexto social es una de las razones por las que me interesó el guión. Aún así, lo más importante es que el público disfrute con The Crazies. Hay algunos temas fundamentales que se pueden discutir, si se quiere, pero al final lo importante es disfrutar de las sorpresas que depara la película y olvidarse de los problemas durante un par de horas. La gente tiene muchos miedos propios, y algunos forman parte del argumento de la película, pero eso hará que el público acabe sintiéndose mejor, porque al final todo se resuelve. El objetivo es pasarlo bien.” “Lo que más me interesó de The Crazies fue el viaje que se ven obligados a hacer los protagonistas, David y su mujer embarazada Judy. La voluntad del público para que estos dos personajes escapen es evidente desde el primer minuto de la película, y dura hasta el final.”