La editorial Dolmen dentro de su línea Siurell nos ofreció allá por septiembre del 2009 el cuarto y de momento último tomo de esta serie o proyectos, llamada Bulldamn, los dos primeros tocaban el género western mientras que el tercero se dedicaba al subgénero de moda todavía a día de hoy, el de los zombies.
Esta vez recurren a la segunda guerra mundial (o a su afición/admiración de los films enmarcados en la segunda guerra mundial). Excusa de unos autores compinchados que se unen para divertirnos a costa de las situaciones frecuentadas en este género.
Datos técnicos:
Portada:
-Alessandro Barbucci y Pere Pérez
-Color: Mazi.
Dibujantes de las historietas:
-Enrique Vegas
-Pere Pérez
-Vicente Vegas
-Victor Santos
-Joan Fuster
-Kenny Ruiz
Extras:
Ilustraciones a cargo de Juanjo Ryp, Sebas Martín, Josep Busquet, Gillem March, Nacho Arranz, Manuel García. Además tenemos una página con un modelo aeronáutico y un texto donde cada autor indica una película bélica de su agrado más páginas en blanco preparadas para recibir futuras dedicatorias de los dibujantes.
PVP: 15 €
ISBN: 978-84-92458-48-6
Encuadernación: Rústica
Páginas: 52 (Blanco y Negro)
Argumento:
La trama global consiste en seguir el paradero de los planos de un arma secreta ansiada por el eje del mal y vemos en cada relato una situación directamente asociada a ellos: se engaña a los aliados, se transportan a buen recaudo y se llega al final del relato. A continuación os pongo un pequeño resumen de las diversas sub-tramas:
Perdidos por Enrique Vegas: Una pareja de soldaditos, perdón, soldados americanos demuestran cómo se las gastan a los alemanes, “perdidos” una historia con encuentro incluído. Comienzo de la trama y primera aparición de los planos.
Dawn War por Pere Pérez: Una misión a un castillo a la búsqueda de los planos (“secretos, of course”) con todo lo que acarrean este tipo de misiones, seguramente Eastwood no lo hubiera hecho mejor. Como su título indica “Maldita guerra” para sus protagonistas.
Panzer Division Crisis por Vicente Vegas: Turno para los cañones Panzer, para la aventura, lo fantástico y a guerrear con lo que haga falta sea feo, grande monstruoso o nazi.
Y los perros marcharon hacia el infierno… por Victor Santos: La venganza es una cosa muy seria y si tienes facultades para ello mejor, a la mujer protagonista le sobran.
El Águila y el Lobo por Joan Fuster: Otro encuentro no buscado pero esta vez entre submarinos antagónicos.¿quién dijo guerra?.
Dragón de Fuego por Kenny Ruíz: Confrontaciones aéreas entre japos y aliados. La acción se desarrolla en el Pacífico mientras el prota prueba el avión capaz de cambiar el curso de la guerra. Tradición y mitología nipona se unen para luchar al enemigo aliado.
Crítica:
Todo lector puede esperarse algo más y pensar en un enfoque más suspicaz, más ácido, más intencionado, más constructivo incluso desde la socarronería (o desde el puro cachondeo y el desfase como a veces se pretende) pero esto conlleva tiempo, esfuerzo y el peligro de hacer un producto más sustancioso, más provechoso. No hay minas escondidas a punto de estallar en esta obra. Bulldamn War no pretende nada de esto y por lo tanto logra a su manera perpetuar la posición de divertimento ligero sin excesivas comeduras de tarro artístico, autorial, existencial , experimental o lo que quieran proponer como alternativa al puro, duro y simple ocio.
Este album es eso, y gracias. No siempre uno va a degustar platos de gourmet. Sin embargo dos raciones del album despuntan de la media.
Hablamos de los cartuchos usados por Victor Santos y Kenny Ruiz. Sus historias contemplan una cierta reflexión sobre la condición de la guerra y sus efectos para con los personajes logrando diferenciarse del resto de los personajes del album e incluso se llega a empatizar con los protagonistas, la rusa y el alemán en el caso de Victor Santos y el avidor nipon de Kenny Ruíz.
Obviamente al leerlas se verá que evitan la parodia o el humor y se centran en narrar unos hechos pretendidamente "serios y trascendetales" seguramente este efecto viene remarcado por la ampulosidad en los textos, pero por otra parte esta elección las beneficia frente a la dispersión anecdótica de los argumentos de sus vecinos, más planos y centrados en contar una gracia, una coincidencia o casualidades con finales y pretensiones no tan redondeadas como en el caso de Santos y Ruiz.
Veamos los méritos de los soldados: Victor Santos encorseta el espacio-tiempo en su historia con un flash-back intercalado y explicatorio de la misma, logrando dinamizarla al crear un ligero suspense inicial y cerrar el círculo con la resolución visual de la última viñeta. Para aclararlo en otros términos, imaginemos un plano cinematográfico con su movimiento, se para la acción y nos cuentan un flash-back,una vez acabado se continúa el plano inicial ayudando éste al acabar a completar el relato. Hay que reconocer que sin gustarme la historia demasiado su planteamiento gráfico es meritorio ya que intenta utilizar su lenguaje para transmitir, a veces de manera confusa, al primer golpe de vista como en muchos de los trabajos de Santos, pero siempre intentando comunicar desde la planificación o el argumento. En ocasiones me he perdido por las viñetas de Victor Santos o por su uso de las manchas, no es éste el caso donde hace un trabajo bastante digno y acertado.
El otro caso, el de Kenny Ruiz destaca por lo cuidado de su dibujo que muestra delicadeza en el trazo y amor por la aviación. Otro hallazgo son las imágenes de los dragones mitológicos dibujados comparables en sus funciones aéreas y destructivas a los aviones de combate: buena manera de juntar tradición y modernidad apoyado por la mitología, y reseñable también que ello se acople a la trama de la historia sin chirriar, sin usar un recurso fantástico como mero lucimiento ya que no se remarca, se integran los dragones dentro de la continuidad de la lectura sin explicación alguna, esto es, se enriquece de contenido y significado una historia usando la parte gráfica, no simplemente ilustrando los sucesos.
Sin olvidar otros méritos como por ejemplo los grises de Pepe Pérez son estas dos historias las más recomendables y seguramente lo mejor del combate Bulldamn.
Sobre el conjunto de esta antología se hecha en falta un verdadero nexo de unión por mucha guerra que halla de por medio, fallando el mapa de la misión a seguir.Precisamente ese era el juego que proponían los autores que eran las aventuras y desventuras de los planos secretos hasta llegar a la resolución final dada por la historia de Kenny Ruíz. Ocurre que entre salto de un autor a otro a veces se diluye la trama, como si el interés de cada relato fuera en contra del interés general y claro, los cambios de registros no unifican sino que dispersan la globalidad.
Da la sensación de que sean patrullas perdidas por no decir balas, incluso los extras están colocados en un principio para separar una historia de otra hasta que eso deja de ocurrir, luego vuelven a hacerlo. Luego aparece publicidad de los anteriores nºs de Bulldamn, un plano con vistas de una avión (queda puesto ahí, solito desangelado sin letra alguna o explicaciones), ilustraciones again, el texto escrito por los dibujantes reseñando sus preferencias e influencias filmicas bélicas, más ilustraciones again y finalmente varias páginas en blanco para ser rellenadas por futuras dedicatorias al propietario del tomo en cuestión. Todo apunta a la glorificación del dibujante (o del frikismo) y no al de sus propuestas. Ojeando la suma de las partes uno llega a pensar en una revista más que en un album . Haciendo de la lectura algo entrecortado, algo disperso, ahora una historia, un dibujo, unos textos…
La palabra irregularidad se acopla bien a este trabajo se mire por donde se mire, a lo que podemos añadir la sensación del famoso dejavú que puede más que la del buen sabor de boca por el producto adquirido. Salvo algunas chispas en el combate el fuego en este Bulldamn War está en otra parte, tal vez en la obra personal, y por separado, de cada uno de los autores.
Lo dicho, se pueden parodiar los cliches con mayor o menor acierto pero cuando simplemente se usan como en este caso para poder ser eso, usados, o lo que es lo mismo dibujados, como que el invento queda tocado, cojea.
Su mayor atractivo o/y reclamo para algunos compradores pueden ser los dibujantes, relegando la importancia del contenido a mínimos, vamos un album para completistas. A fin de cuentas su finalidad empieza cuando recapacitas y sueltas un “pues vale y ahora me apetece una de vikingos”, quien sabe, tal vez sea ese el próximo proyecto de la factoría Bulldamn.
Jue Mar 11, 2010 3:44 pm
