Ricci
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| Tema: Crítica de Cine Zombi, de Angel Gómez Rivero Mar Nov 10, 2009 4:09 pm | |
| Título: Cine Zombi Autor: Angel Gómez Rivero Editorial: Calamar Ediciones Colección: Cine Fecha publicación: 10/09/2009 ISBN: 978-84-96235-30-4 Páginas: 496 Cubierta: Rústica con solapas Con la publicación del libro “Cine zombi”, de Ángel Gómez Rivero, Calamar Ediciones nos vuelve a situar ante una obra marcada por la paradoja. Este último rasgo no debería de sorprendernos a quienes seguimos desde hace tiempo la trayectoria crítico-literaria de Gómez Rivero (que, asimismo, es profesor en la Escuela Politécnica Superior de Algeciras, y director del Aula de Cine de la Universidad de Cádiz). Si en títulos anteriores como “Drácula versus Frankenstein” –Ediciones Jaguar, 2006-, “Casas malditas. La arquitectura del horror” –Calamar Ediciones, 2007-, o “El vampiro reflejado” –Alberto Santos Editor ,2008-(para mí su mejor obra: un estudio detallado, preciso, y ajustado sobre todos los vampiros que en el cine han sido), el autor algecireño ponía su asombrosa erudición y su conocimiento enciclopédico al servicio de los no-muertos, de la Criatura creada por Mary Shelley, o de las moradas del miedo, aquí aplica ambas cualidades al estudio y la catalogación de todas las variantes fílmicas que ha conocido el tema de los muertos vivientes.
Y lo hace guiado por un afán de exhaustividad del cual, según él, carecían sus libros anteriores, afirmación que no puede dejar de sorprendernos a sus lectores habituales, pues tanto las tres obras citadas como la que hoy nos ocupa parecen tener la intención indirecta de convertirse en auténticos tratados sobre los temas que abordan: lo demuestran la ingente cantidad de datos aportados en cada una de ellas, así como la referencia a algunas películas de cinematografías ignotas que sólo el autor debe haber visto. Ahora bien, “Cine zombi” parte de un error de base que también está presente en otros trabajos de Gómez Rivero, y que en sí mismo constituye esa paradoja de la que hablaba al principio. En mi opinión, el autor no encuentra el modo de plasmar literariamente toda su “sabiduría cinéfaga” y todos los datos interesantes que maneja. Por lo tanto, se crea un contraste muy llamativo entre lo que el autor dice, y el modo en que lo dice. Críticos como Jesús Palacios, Tomás Fernández Valentí, Antonio José Navarro, o Hilario J. Rodríguez, entre otros, nos han venido demostrando que, a la hora de abordar el cine fantástico y de terror, se pueden combinar el rigor y la amenidad, creando un equilibrio entre ambos rasgos. Ángel Goméz Rivero adopta en “Cine zombi” un tono que está a medio camino entre una solemnidad que en ocasiones roza el egocentrismo ( las razones que aduce para explicar la considerable extensión de su libro son, por ejemplo, las siguientes: “Normalmente, mis libros suelen ser selectivos; pero en esta ocasión, ateniéndome a las súplicas de mis amigos interesados en el tema, he procurado extenderme algo más de lo convenido, aunque aviso que no estamos ante una exhaustiva guía que recoja todo lo realizado hasta la fecha; empresa ardua teniendo en cuenta, además, que existe un sinfín de cortometrajes no registrados, amén de muchos largometrajes desconocidos. Entren y lean, pero mantengan prudentes distancias, ya que nunca se sabe. Y si en un momento dado alguna página oliera a carne humana en descomposición, ¡cierren el libro de inmediato!!. Quod scripsi, scripsi”; en la página 88, al referirse al cuadro de Arnold Bocklin “La isla de los muertos”, enseguida se apresura a comentarnos que se enorgullece de guardar una réplica de la primera versión del mismo en su biblioteca (¿?)), y una ligereza humorística que busca la sonrisa fácil del lector cómplice ( a este respecto, podemos examinar su conclusión sobre “House II, aún más alucinante”: “Obvio es, en esta ocasión no hay mordeduras ni banquetes de sangre, sólo una especie de abuelete esperpéntico y algo arrugado que cuenta batallitas a cual más aburridas”- pág. 421-). Asimismo, el uso frecuente de oraciones subordinadas, de yuxtaposiciones, y de un vocabulario rebuscado y a veces pedante convierte en farragosa y difícil una lectura que podría resultar apasionante. Por otro lado, el hecho de que el grueso del libro sea una lista inmensa de películas comentadas ( más que criticadas) resulta, a la larga, peligroso: cuando toda esa información no va acompañada, como en este caso, ni de un análisis riguroso, ni de un soporte crítico original , se corre el riesgo de caer en la reiteración y en el cansancio. Un libro como “Cine zombi” resulta, pues, mucho más útil como herramienta de consulta ( aunque el autor diga lo contrario, no parece haberse dejado ninguna película de “zombies”en el tintero) que como un ensayo cinematográfico al uso. A pesar de todos sus defectos, sus virtudes (que también las tiene, y bastantes) lo hacen recomendable para todo aficionado que se precie de serlo, y aún más si tenemos en cuenta la escasez de bibliografía en español sobre los muertos vivientes en el cine: en estos momentos, tan sólo recuerdo el lejano “Planeta zombi” de Jesús Palacios – Midons, 1996-, y el muchísimo más reciente pero muy incompleto “Zombie evolution”, de Jose Manuel Serrano Cueto –T & B, 2009-. Como en todos los títulos publicados por Calamar Ediciones, el diseño del libro es exquisito, e inmejorables la cantidad y la calidad del material gráfico aportado (carteles de películas, portadas de novelas ‘pulp’, fotogramas diversos, etc). Su estructura es también muy adecuada: está dividido en diecisiete largos capítulos, a los cuales sirve de pórtico un atinado prólogo de Jorge Grau, y de colofón una entrevista minuciosa con este mismo director –responsable de uno de los grandes éxitos del fantaterror nacional, “No profanar el sueño de los muertos” -1974.-. Cada capítulo aborda en profundidad, bien un período concreto en la historia del “cine zombi” ( el primero se ocupa del expresionismo alemán; el segundo, del cine de terror de la Universal de los años 30; el tercero, del cine realizado por otras productoras como la RKO, etc), bien la figura de un realizador concreto que ha cultivado con insistencia el tema de los” zombies” (así, los capítulos sexto y séptimo se ocupan de la trilogía de George A. Romero; el undécimo, de la saga de los templarios de Amando de Ossorio, etc), o bien la cinematografía de determinados países, cuyas películas han destacado, a su vez, por reincidir en dicha temática ( en el libro no sólo aparecen referenciadas todas las películas americanas que han abordado el tema zombi desde ayer hasta hoy, sino también todas las películas italianas – con una especial atención a la obra de Lucio Fulci-, españolas, británicas, asiáticas y hasta australianas que han hecho lo mismo en mayor o menor medida). En resumen, Ángel Gómez Rivero vuelve a demostrar un dominio absoluto de la materia que trata (sólo por eso el libro merece ya un respeto), pero se echa muy en falta una mayor indagación crítica en los filmes reseñados, y sobre todo, un estilo literario distinto, capaz de lograr que el buen libro que es “Cine zombi” se convierta en imprescindible.
COHENIANO | |
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