Crítica de Pandorum, de Christian Alvart

Título: Pandorum

Director: Christian Alvart

Guión: Travis Milloy

Historia: Travis Milloy

Producción: Paul W. S. Anderson

Actores: Dennis Quaid, Ben Foster, Cam Gigandet, Antje Traue, Cung Lee, Eddie Rouse

Año: 2009

Duración: 90 minutos, aproximadamente.


Fecha de estreno: 6 de Noviembre de 2009


Existen tres grandes tipos de Ciencia Ficción. Esta la rama que explora más la vertiente científica que la ficticia, como en “Misión a Marte”, “Sunshine” o “Solaris”. Por otro lado tenemos la rama más fantasiosa, con ejemplos como las sagas de Star Wars o Star Trek, “Flash Gordon” y en definitiva cualquier space opera que se os ocurra. Y por último, aunque no por ello menos importante, esta aquella en que según que título se escoja, carga las tintas bien en un aspecto o en otro, como “Horizonte final”, “Sphere” o la saga de Terminator.

“Pandorum” se encuentra más bien definida por este último y ecléctico grupo de películas, ya que parte de un supuesto factible, a saber, la hiperpoblación de la Tierra acompañada de una escasez de recursos galopante, hace que la humanidad se vea impulsada a una huida hacia delante para la colonización de un planeta de características terrestres, a bordo de la nave Elysium.
Los problemas empiezan cuando un par de miembros de la tripulación de reemplazo se despiertan en las cámaras de hipersueño y allí no hay nadie. Y teniendo en cuenta que había 60.000 personas en la nave, pronto empiezan sospechar que allí ha pasado algo raro.


A partir de aquí, las cosas empiezan a ser un poco caóticas, y no todo se puede explicar con el intento de tratar de comprender el sentimiento de desorientación inicial de Bower (Ben Foster), si no más bien parece otro episodio más del síndrome de Cloverfield, en la que la cámara no enfoca donde debería, si no donde puede. Esto hace que el primer encontronazo, no ya con al criaturas de la nave, si no con el resto de protagonistas, no sea lo suficientemente claro como para atraer la atención del espectador lo necesario.


Y si, he dicho criaturas de la nave, lo que significa que la película usa otra vez del famoso (aunque en este caso multiplicado n veces) recurso de “bug in the bay”, que ha sido usado hasta la extenuación por el género (demonios, si hasta lo usó Cels Piñols en Fanhunter), y que usa lo mínimo del misterio y de la ciencia (de aquí su inclusión en el tercer tipo de películas anteriormente mencionado) para explicarse, con poco que el espectador medio tenga dos dedos de frente.
La lástima es que hasta su parte media la película no es capaz de alcanzar el ritmo y absorber al espectador en la trama. Curiosamente este reinicio se produce cuando Payton, el personaje de Dennis Quaid empieza a tener más peso argumental en la trama, lo cual es una pena por que hasta ese momento se le nota como desperdiciado.


La historia de fondo del resto de personajes suena a demasiado visto demasiadas veces. Y si a eso le sumamos que támpoco se ha tratado de enfocarlo desde un punto de vista novedoso, y que las criaturas recuerdan más a títulos como “The Descent” o “La caverna maldita”, la sensación se acrecienta.
La verdad es que es una lástima, por que sinceramente parece que a la película le lastra toda su primera mitad, o al menos podían haberse contado las mismas cosas de manera más resumida, evitando así esa sensación de parones reiterativos con secuencias superfluas. O al menos, con montaje mejorable. Esperemos que eso se arregle en la versión del director en DVD, si es que lo quieren hacer así.
Al menos, el pequeño misterio de uno de los supervivientes de la nave, junto con el montaje paralelo de otras escenas relacionadas pero no hermanadas en el tempo narrativo, consigue que la explicación, a pesar de tenerla delante misma de las narices se haga lo suficientemente interesante como para sostener la película hasta que esta entra en su tramo final. Y al menos esta está, afortunadamente, relacionada con el resto de la trama general, por lo que al menos no se siente la sensación de haber sido engañado burdamente.
En definitiva, Pandorum es una buena película de ciencia ficción si es que consigues aguantar hasta el final de su primera mitad. Para entretenerte mientras tanto, puedes buscar los paralelismos con el gran titulo por excelencia de la ciencia ficción con bicho dentro, “Alien”, y su continuación, que no son muchas, pero desde luego, nada veladas. Y quizá, sólo quizá con “Escape de Absolom”, aunque en este último caso no trate támpoco de disimularse mucho.



De otra manera, cuando acabe la proyección tan solo te encontrarás que eres hora y media más viejo y seis euros (o los que toquen), más pobre.


Sitio oficial: http://www.pandorummovie.com/