Han pasado 8 años desde que el ex convicto Dominic Toretto (Vin Diesel) se fugara a México en el primer Fast & Furius. Actualmente sigue con su vida de criminal en Santo Domingo, donde Letty (Michelle Rodriguez) sigue siendo su compañera de fatigas. La repentina muerte de un ser querido hace que Dominic regrese a Los Ángeles donde se aliará con su antiguo rival Brian O´Conner (Paul Walker) para detener a un terrible enemigo, un narco sociópata al que solo se conoce como “Braga”.
Crítica:Coches guapos y chicas rápidas ¿o era al revés? ¿O quizá no? El caso es que quién se acerque a “Fast & Furious: aún más rápido” (a partir de aquí, F&F) esperando alguna de esas dos cosas, no se sentirá decepcionado. Afortunadamente, los que lo hagan buscando una buena historia de cine negro, también. F&F parte de la idea original de una venganza. Original, lo que se dice original, no lo es. Pero es simple ¿eso es malo? Para nada. Cuanto más simple es la historia, antes se identifica el espectador con el leiv motiv de los personajes y antes se hace creíble la historia (todo lo contrario a lo que ocurría en “The Grunge”, en la que necesité de pizarra y tizas de colores para saber quién era quién en la película).
No recuerdo bien quien fue el que director dijo que las películas tenían que tener sus 2 mejores momentos al principio y al final. En el caso de F&F se cumple esta regla a rajatabla ya que la persecución más flipada y espectacular de toda la película es de seguro la que sucede al principio cuando intentan abordar un camión cisterna cuyo conductor tiene más mala leche que la gigantesca iguana que le acompaña. La persecución tiene para los nostálgicos el punto a favor de que está mayormente protagonizada por Michele Rodriguez interpretando a Letty (el mismo papel del primer F&F).
Puestos a rizar el rizo, Dominic Toretto (Vin Diesel) cree que no ha sido bastante con escapar de la explosión del camión cisterna y le da por atravesar una de las cisternas que ha salido disparada dando tumbos.
En esta escena tendrían que poner de música de fondo “la bien pagá”.
Pero tampoco es del todo cierto que F&F sea una película de cine negro per se, por que casi se podría decir que tiene, en proporciones muy parecidas, partes de road movie (ojo al homenaje a Mad Max, consciente o no) y de buddy movie. Esta mezcla podría dar lugar a un híbrido enfermizo y estéril, pero afortunadamente, Justin Lin sabe mezclarlos en las medidas adecuadas para servirnos un cóctel fresco que recuerda a sabores ya degustados en las anteriores entregas, pero que va un paso más allá, mostrándonos más la relación entre los personajes principales, sobre todo entre Dom Y Brian.
En este F&F incluso los entierros son coloristas.
La manera de hacerlo es bien sencilla. Para empezar, Justin Lin nos da un aperitivo al estilo de las películas de nuestro chico favorito del MI5, con una secuencia de acción en la que se nos muestra las habilidades de los protagonistas, con ecos de esa secuencia que permiten el arranque de la película como tal.
La parte central del cóctel lo compone la relación de amor/odio que hay entre los protagonistas, aunque eso no quita para como en Fuenteovejuna, junten sus fuerzas para conseguir todos su objetivos, que evidentemente convergen, por h o por b, en el villano de turno.
Se podría pensar que no es lógico que un delincuente exiliado y un solo agente del FBI sean capaces de hacerlo, por que no dan el tipo. Sin embargo, como suele decirse, “a grandes males, grandes remedios”, o como dijo en esencia el comisario Gordon (Gary Oldman para los amigos), para cada villano, hay un héroe determinado. Si Capone tenía como opositor a Elliot Ness, en una época en que la caballerosidad era tarjeta común de visita (buenos trajes, ambientes selectos) para ambos (pero será mejor que no le pregunten a Nitty al respecto), en una época en la que los villanos se distinguen sobre todo por su mal gusto, es normal que unos personajes acorde con ellos pero siendo su reflejo, ni del todo oscuro ni del todo claro, como en el caso de Dom Toretto, y por que no, de Brian O´conner, sean capaces de hacerle frente, sobre todo si tenemos en cuenta que ellos dos podrían dar lugar al héroe perfecto para estas situaciones: en resumen, cabezón y con agallas.
Otro acierto, es el de dar una luz determinada, al estilo de Traffic de Sorderbergh, para cada una de las localizaciones en la que transcurre la acción, sobre todo al principio de la película, consiguiendo de esta manera separara los mundos donde viven los protagonistas principales y confrontando su mundo remarcando de está manera aún más la diferencia que les separa en un principio, o lo que es lo mismo, el principio del viaje que les hace acabar de nuevo juntos (y revueltos), por que les junta mucho más de lo que les separa.
Pero como no podía ser de otra manera, las carreras y persecuciones de coches han de estar en una película de este tipo, sólo que afortunadamente cumplen su cometido a la perfección, integrándose sin problemas en la trama (bueno, quizá la persecución final sea un poco más larga de lo adecuado, pero no todo el mundo puede ser John Frankenheimer y su Ronin), evitando de esta manera el efecto conocido como dientes de sierra por los guionistas, en lo que se produce un efecto de montaña rusa, de puntos álgidos de acción con zonas más tranquilas de diálogo, lo que a la larga produce una sensación de cansancio, repetición y tirones en la trama que no son nada positivas para una película de acción.
Con la Iglesia hemos topado, Sancho
Otro aspecto que puede resultar, digámoslo ya, aburrido, son esos intermedios que parecen estar pagados por los fabricantes de coches, de ropa escueta y productores de hip-hop a la sazón en las que aparecen coches, chicas y música sacados de la imaginación del adolescente más necesitado. Pero sin embargo, esos momentos innecesarios para, supuestamente, dar un respiro al espectador entre tanta acción, no existen en F&F, lo que hace que la trama sea fluida y constante, manteniendo la atención del espectador, enganchándole y no dejándole irse hasta el final. Para este fin, en F&F se ha optado por algo mucho más inteligente y coherentemente creativo, que es explicar los entresijos de la relación entre los personajes, lo cual da cuerpo a la trama y a ellos mismos, no conformándose sólo con una bonita fachada, afortunadamente.
Si unimos a esto un final lógico (desde la psicología de los personajes y la ley, lo cual nos hace respirar tranquilos pues en realidad no necesitamos tanto a personajes como Dom y Brian), y muy bien orquestado, lo que serían las últimas gotas del cóctel son dulces y no amargas como podría haber ocurrido de variar un par de líneas de guión. Afortunadamente la historia se completa de manera sensata y no a la sensación de que han estado cerca pero no. No, creo que esta vez, lo han conseguido.
Si tuviera que quedarme con lo mejor y lo peor de la película no dudaría en reafirmar que lo peor (sin contar el insufrible reggaeton) son los secundarios que quedan totalmente desaprovechados frente a tanta super-estrella. Es especialmente sangrante el caso del villano Fénix (Laz Alonso) cuya actuación es cuanto menos burda y su muerte solo puede ser calificada de ridícula, también es destacable que el villano final Braga (John Ortiz) no pinta prácticamente nada en toda la película.
En el lado opuesto del contador tenemos unas mejores escenas de acción pese a que algunas están francamente muy forzadas y que la psicología de los personajes principales está más conseguida, está especialmente conseguida la escena de pelea entre Dom y Brian, aunque Paul Walker no quedó muy contento con la escena. También merece especial mención la labor de fotografía realizada por Amir Mokri (Dos policías rebeldes 2).
¿Cómo se hizo?Realmente podría decirse que la razón principal por la que se hizo esta secuela fue para hacer una verdadera segunda parte que contase como estaban los personajes de la primera parte 7 u 8 años después del final de la primera entrega. Las anteriores secuelas tuvieron resultados decentes en taquilla pero no terminaban de convencer a los fans porque no continuaban con la trama original. Los productores se dieron cuenta de esto al ver que muchos fans se entusiasmaron al ver a Diesel aparecer en un pequeño cameo al final de la tercera entrega. En palabra de Justin Lin “El verdadero reto era volver a reunirlos a todos. El primer F&F les sirvió a muchos de trampolín en Hollywood y ahora tienen carreras muy dispares”. Se pensó inicialmente en una película que captase a todos los fans que se iniciaron con la película original pero que también pudiese verse como una película independiente, sin que sea necesario ver la primera para entender la trama.
Justin Lin quiere tener la mejor visión posible.
Algunos ejemplos de trucajes:
Un cambio significativo a la hora de realizar “Fast & Furious: aún más rápido” fue el echo de que Vin Diesel ejerciese como productor, esto se debe a que de toda la cuadrilla de actores originales nuestro calvo favorito era el que más había crecido en prestigio y sobretodo en fortuna. A cambio de aportar capital para el film intentó darle un tono mucho más épico que sus predecesoras y pudo meter mucho mas mano en la realización del film. Ciertamente Diesel tiene mucho olfato para las secuelas, ya que sus planteamientos para la secuela de Pitch Black también resultaron ser un acierto.
Para las escenas de conducción más alucinadas se usaban cromas, Paul Walker no se sentía cómodo trabajando con los croma.
Los actores no son los únicos que repiten en esta entrega, también tenemos a los productores Neal H.Moritz (participó en todas las entregas de la saga) y Michael Fottrell (A todo gas 2), el director Justin Lin (A todo gas: Tokio Race) , a cargo del guión Chris Morgan (A todo gas 2), la diseñadora de producción es Ida Random (A todo gas: Tokio Race), la diseñadora de vestuario Sanja Milkovic Hays (todas las entregas de la saga), la productora ejecutiva Amanda Lewis (A todo gas: Tokio Race) y el montador Fred Ranking (A todo gas: Tokio Race). Pocas veces en la historia de las películas de acción se reunió a tanta gente de entregas anteriores de una saga para hacer una secuela. Dada la cantidad de gente que repite no es de extrañar que los productores afirmen que el aire de camaradería es tan grande que parece una secuela hecha en familia.
Vin Diesel se lo pasó en grande practicando con los vehículos, siempre supervisado por el especialista
Rick Seaman, quien ya le dio clases para el primer F&F.
Bajo la carrocería: Los coches de Fast & FuriousHablar de una película de la saga Fast & Furious sin hablar de los coches sería un delito y pese a que un servidor no es un gran entendido en lo que a coches y tunnig se refiere, intentaré expresaros los cambios aplicados a esta entrega lo mejor posible.
Para una película como esta se hizo casting incluso a los coches.
Lo primero es destacar que esta es la primera película de la saga que usa coches europeos (ya tardaban) y que se intentó volver a los “coches americanos grandes” en palabras de Vin Diesel. A continuación pondré un listado de los coches más destacables que se usan en la película:
Charger: Como dijo Paul Walker: “lo que vaya a conducir Vin será grande y malo”, este Charger parece ajustarse como un guante a esa definición. Definido por el propio Diesel como “un coche estoico y fiable” ya fue conducido por el actor en la primera entrego por lo que para él era como trabajar otra vez con un miembro del reparto. Lleva un motor Chevy básico, 350 caballos, transmisión 400 triple, frenos Wildwood y Diferenciales Ford 9. Fundamentalmente es el mismo coche que el del primer F&F, solo posee cambios estéticos que lo acercan más a las tendencias del tunnig en el momento de rodar el film.
Dennis McCarthy posando con el Charger
Chevelle: Este coche fabricado por Chevrolet también aparecía en el primer F&F, más en concreto en los créditos, cuando Dominic Toretto se escapa hacia México. Vin Diesel pensó que era buena idea incluirlo en la película ya que daría a entender al espectador que habían pensado en todos los detalles, al menos en lo que se refiere a continuidad fílmica. El modelo que aparece en la película es un SS 454 de cuatro velocidades de 1970 que es idéntico a un Chevelle LS6 de 4 velocidades. En la película el coche aparece con dos pinturas por motivos que se revelan en la trama y es tuneado para transformarlo en un coche de competición.
Dom modificando el Chevelle.
GNX: En realidad la mayoría de los GNX que aparecen en esta película son Buick Regals modificados para la ocasión. Diesel le tenía ganas a este coche desde que trabaja de portero en un club de New York, mucho antes de ser actor (me refiero al Buick), en palabras del actor este coche “es una bestia”. Este coche conserva el motor 3. 8 original modificado con una transmisión turbo 200. También tiene barras anti-vuelco, palanca manual, asientos Beard y como añadido una suspensión Hotchkiss.
Gran Torino GT del 72: No sabemos que opinaría Clint Eastwood del Gran Torino que conduce Fénix pero nadie puede negar que al villano de esta entrega le viene como anillo al dedo este mastodonte de metal. Para escoger este vehículo se buscó algo contrario al estilo de Diesel pero que transmitiese la misma sensación de fuerza y potencia que el Charger. Se pensó rápidamente en la rivalidad que existe entre las marcas Chevy y Ford, consideraron que era una buena idea hacer que la rivalidad héroe/villano se potenciase usando marcas antagonistas, reconozco a título personal que es un buen planteamiento. Al coche original se le añadieron tubos de escape laterales, asientos Sparco y una nueva suspensión. El pintado en color verde pretende transmitir la sensación de “verde-dinero”.
Subaru WRX STI: Paul Walker se encarga de conducir este vehículo que, según dice, es el más veloz de todos los que aparecen en el film. Algunas de las mejoras que sufrió son las siguientes: Se le añadieron llantas más grandes, el techo, asientos, volante, capó y parachoques frontal son de VeilSide, se le quitó la alfombrilla y el asiento trasero. La única mejora de carácter mecánico fue añadirle un tubo de escape Remus, todos los demás cambiós que se le metieron a esta máquina fueron de carácter estético, se quería que tuviera un aspecto lo más agresivo posible. Dennis McCarthy, El encargado de coordinar los vehículos en el film, lo calificó como “el coche más fiable, era el único que nunca daba problemas para arrancar”.
Nissan Skyline GT-R: Un auténtico experto en estos coches observará que el que aparece en el film no es un auténtico GT-R, en realidad es un Nissan Skyline GT-T. El verdadero motivo por el que se escogió este último modelo y se le hizo pasar por el primero es netamente económico. El GT-T cuesta en EE. UU. Unos 14.000 dólares mientras que el GT-R cuesta 80.000, si se tiene en cuenta que en estas películas se destrozan varios modelos de cada coche podríamos estar hablando de una diferencia de costes astronómica, tal y como dijo Dennis McCarthy “no nos gusta cargarnos coches buenos”. Otra ventaja del GT-T es que posee tracción trasera y el GT-R no la tiene. Para transformar el GT-T en GT-R se le añadió un paragolpes trasero, un morro y los laterales, todos a imagen y semejanza del GT-R, casi una carrocería completamente nueva.
La parte trasera del verdadero GT-T
Sabor latino: La influencia latina en F&FDe todas las entregas de F&F esta es, sin duda, la que más influencia latinoamericana tiene. Por ejemplo en la banda sonora no solo tenemos al compositor Brian Tyler (Constantine, La conspiración del pánico, DragonBall evolution), además tenemos a las estrellas Caribeñas Don Omar y Tego Calderón que son especialista en el insufrible (para un servidor) reggaeton. Ambos artistas realizan dos cameos, uno al principio y otro al final del film.
Don Omar y Tego Calderón forman parte de la banda de Dom.
Para realizar la parte final del film que transcurre en México, el director Justin Lin se empeñó en no utilizar un plató de Hollywood sino un pueblo genuinamente Mexicano. Finalmente por razones de seguridad fue escogido el pueblo de Magdalena que es un pueblo de obrero de consta de 300.000 habitantes.
Un nuevo juego: Encuentra a Vin Diesel.
Vin Diesel se lo pasó en grande en la ciudad y quedó entre tremendamente alagado y totalmente agotado por el exceso de admiración que despertó en los lugareños, especialmente entre los más jóvenes. El actor aprovechó para hacer sus pinitos con el Español que van desde aprender tacos como “coño” y “hostia puta” (¿porqué la gente siempre aprende los insultos lo primero?) hasta frases más pulidas como “La lengua es diferente pero la sangre es la misma” aunque en un momento el actor llegó a confesar (ahora en inglés) “no se que coño estoy diciendo”.
Vin Diesel frente a una avalancha de fans.
Curiosidades:-El asalto inicial al camión cisterna no fue rodado en La República Dominicana, fue rodado en Los Ángeles.
- Justin Lin se empeñó en que la iguana del camionero José comiese un pedazo de chocolatina para lo que contrataron a un entrenador de iguanas, pese a todo no había manera de que comiese la dichosa chocolatina así que probaron a dejarla dos semanas sin comer, la iguana tampoco quiso comer chocolate en esas condiciones. Finalmente la escena en la que la iguana como una chocolatina se rodó usando efectos digitales.
-En el planteamiento inicial, el personaje de Brian O´Conner (interpretado por Paul Walker) estaba en la cárcel en vez de estar persiguiendo a un malechor. El director Justin Lin habló con los consejeros de la cárcel donde se rodaría la escena y les preguntó que le pasaría a un tipo como Paul Walker si estaba en la cárcel, a lo que contestaron “O se convierte en un cabeza rapada, o lo violarán cada día”. Esto disuadió a Director y Actor de rodar la escena en la cárcel.
-Vin Diesel se llevó uno de los coches que aparecen en el film totalmente gratis, formaba parte del contrato.
-El actor Sung Kang repite en el papel de Han (A todo gas: Tokio Race) como integrante de la banda de Dom, aunque esto argumentalmente no tiene sentido dentro de la saga.
-La película recaudó 70´9 millones de dólares en los primeros 3 días de estreno en EE.UU.