AfrO SamuraI

El samurai afroamericano llega a las consolas con la misma sed de venganza que le llevó a convertirle en una de las OVAs más conseguidas de los últimos años. La historia protagonizada por un Samuel L. Jackson anime se transforma así en un beat ‘em up que hereda tanto su estética a caballo de la animación oriental y occidental, su faceta gore, y su banda sonora, muy personal para una obra del estilo. Vemos las primeras estocadas que Atari nos tiene preparadas en Londres.

Para traer a buen puerto todo lo que Afro Samurai nos ofrece, es imprescindible prestar atención a su estética, a su manera de animar los personajes, un poco a caballo entre lo oriental y lo occidental, y sobre todo a la enorme fijación por los litros y litros de sangre que dejaremos a nuestro paso en nuestro camino hasta ser los números uno. No sorprende entonces su estética Cell Shading, aderezada con unas increíbles animaciones que se regoden en los momentos donde estamos a punto de cercenar extremidades, pero prestando atención al mismo tiempo tanto a escenarios como a personajes. El conjunto es de lo más fluido, con una tasa de frames bastante aceptable habiendo varios enemigos en pantalla.



La jugabilidad está dividida en dos partes. Por un lado puedes atacar como cualquier juego de acción utilizando tres tipos de ataques diferentes (débil, fuerte y uno especial). Mezclando estos ataques en distintas secuencias puedes armar combos que hacen más daño. Esto por lo general es muy divertido, ya que te pasarás la mayor parte del rato presionando los botones lo más rápido posible y verás cómo los pedazos de los enemigos salen volando en un festín de sangre y tripas.

Pero también hay otra parte del combate que lo hace un poco más interesante. En cualquier momento puedes entrar en un modo llamado Focus, donde la velocidad de la acción baja considerablemente. Esto te da la oportunidad para medir y apuntar el ángulo del sable y así hacer filetes de enemigos con mucha satisfacción.