Reseña: STEAMPUNK

Guión: Joe Kelly
Dibujo: Chris Bachalo
Tinta: Art Thibert

Basado en la época Victoriana, Steampunk nos cuenta la historia de un hombre que dio su corazón a un científico loco a cambio de la vida de su amada y que varios años después, vuelve a la vida con una caldera acoplada en su caja torácica y que vive alimentándola de carbón.

Al volver a la vida a manos de unos ladronzuelos, el protagonista ve como el mundo que recordaba no existe y su Londres es presa de una salvaje dictadura, regida a sangre y fuego por un tirano conocedor de los más salvajes trucos de alquimia y rodeado de un ejército de seres deformes que él mismo ha creado retorciendo carne y metal, muy influenciado por los cenobitas de Hellraiser.


El hombre de corazón de carbón es el único que parece poder hacerles frente y parece ser además el protagonista de una especie de profecía que dice que devolverá la libertad al país, aunque él no quiere protagonismos, solo quiere encontrar a su amada o, en su defecto, al que le engañó.


Una mezcla entre cuento, novella de terror y con grandes dosis de humor negro, el cómic llegó hace unos años, constando de 12 números pero dejando la historia colgada. Un año después llegó un número 13 que cerraba una línea argumental pero no desvelaba el final definitivo, estando pendiente desde entonces, para la decepción de todos los que lo seguíamos con avidez.

El planteamiento es bueno, el desarrollo de la historia en un principio es muy bueno, pero luego recuerda a muchas de esas series que por prolongarla demasiado se hace demasiado lenta, sobre todo porque a los lapiceros está ni más ni menos que Chris Bachalo, uno de los grandes aunque peca aquí de un exceso de detallismo y te entretienes tanto en las viñetas viendo detalles ínfimos que pierdes el ritmo por completo. Aunque que queréis que os diga… es impresionante como dibuja este hombre.

El cómic es una genialidad inconclusa por el momento, espero saber que sucede al fin, aunque tal y como lo dejaron podría ser un final, triste, pero un final, que yo me he negado a aceptar por completo.