Nuestro colaborador Ricci pudo asistir antes que nadie a una proyección de esta película. A continuación nos cuenta que tal fue la experiencia:
Título: Capitán Abú Raed
Director: Amin Matalqa
Guión: Amin Matalqa
Producción: Laith Al-Majali, David Pritchard
Actores: Nadim Sawalha, Rana Sultan, Dina Ra´ad-Yaghnam
Año: 2009
Duración: 110 minutos
Existe una larga tradición en el cine de películas de personas que, simplemente siendo como son, son capaces de cambiar el mundo que tienen a su alrededor, es decir, su pequeño mundo, mucho más importante para ellos que el auténtico. Entre estas películas se encuentran clásicos como “Un gangster para un milagro”(1961, Frank Capra), “Un ángel pasó por Brooklyn”(1957, Ladislao Vadja) y por supuesto la película por antonomasia de este peculiar subgénero: “Que bello es vivir”(1946, Frank Capra).
“Capitán Abú Raed” cae dentro de este subgénero, si bien su mezcla de géneros de drama, costumbrismo, comedia y película intimista en algunos tramos muy puntuales de la película, la hacen alejarse del epicentro generacional que hace de este subgénero lo que es.
En cualquier caso, “Capitán Abú Raed” es una película en la que el director, hace la trampa deliberada de usar al protagonista, Abú Raed como gancho para hablar del resto de personajes que gravitan a su alrededor y que en algunos casos se transforman temporalmente en los auténticos protagonistas de la película, aunque no se puede definir a la misma como una película coral al estilo Altman, puesto que la sombra de Abú Raed es alargada y siempre la trama acaba volviendo hacia el como elemento catalizador de la misma, aunque no siempre lleve el peso de la misma sobre su espalda.
La mezcla de géneros puede hacer que en algunos casos el espectador se vea sorprendido por cambios en el tempo narrativo que, sobre todo en su parte media, revela el origen del director en el mundo de los cortometrajes, aunque igualmente hay que reconocerle el merito de no perder el hilo narrativo durante la historia. Este origen también se revela en el arranque de la película, rozando la sensiblería y un poco de manual, queriendo dejar bien explicado cuanto antes las motivaciones del protagonista e yendo un poco rápido a este respecto, al igual que un pequeño fallo en el guión pero que no es realmente importante para el desarrollo de la trama. Si todo esto pasa a un plano secundario es sobre todo debido a la buena elección del reparto, incluidos los niños protagonistas, y a la de unos decorados tan ambiguos que, pese a saber que la acción transcurre por completo en Amman, se consiguen encontrar los suficientes lugares comunes con los arrabales de casi cualquier ciudad como para hacer más próximos a los personajes y a las situaciones que sufren.
Por otro lado, la película tiene tintes de cuento de hadas, con personajes blancos o negros, sin término medio aunque a veces parezca que son capaces de hacer cosas que puedan hacerles ganar la antipatía del espectador, pero nunca llegan a hacerlo para mantener el orden dentro del pequeño mundo de cada uno de ellos.
Sin embargo, a pesar de que todas estas características puedan hacer de “Capitán Abú Raed” una película de factura irregular es, sin embargo, una película que tarda en hacer efecto unas cuantas horas, pero que lo acaba haciendo, logrando su objetivo. Obliga al espectador a pensar en las acciones individuales de los personajes y en el mundo que les rodea, que salvo excepciones, es el mismo que el del espectador medio, y sale reconfortado por saber que existen personajes como Abú Raed y como Nour, capaces de dar la espalda a las convenciones sociales para hacer lo que se debe de hacer, lo que debería de ser la norma y no la excepción, si queremos que situaciones como la que se dan al final de la película no se vuelvan a dar, por más que sirvan como vehículo para conseguir redondear la película con el comienzo de la misma, que al principio parece desconectada del resto de la misma.
Pero esta es una sensación pasajera que se ve recompensada al estilo de “Slumdog millonaire”, cuando todas las piezas encajan en su sitio para dar lugar a un final esperanzador y luminoso, a pesar de que los protagonistas pasen por una serie de sensaciones imbricadas de naturaleza agridulce.
Pero la vida también es así ¿no?, aunque por desgracia hay muy pocos capitanes.
Jue Mar 19, 2009 7:08 pm