Pues un modo rápido y barato asumiendo que es para un cortometraje y que no cuentas con mucho presupuesto, es conseguir un maniquí y una pequeña bomba (en una tienda de bromas te pueden apañar una de plástico que puede hacer el apaño).
Primero filmas el hacha que se dirige a golpear, luego al actor que presuntamente será decapitado gritando, luego pillas el maniquí le cortas la cabeza, le arreglas la parte superior del cuello con algo de silicona coloreada en rojo para que parezca carne, introduces la punta de la bomba en el cuello de modo que la silicona no deje ver el tuvo y lo filmas fugazmente mientras expulsas unos chorretones de un líquido oscuro (de color más próximo al negro que al rojo) y con el ordenador al editarlo lo montas y apañas un poco.
Si el presupuesto no da ni para un maniquí, a malas puedes utilizar el viejo truco de (un poco cutre) de remeter la cabeza dentro del cuello de la camisa y retocar por encima con algo de casquería y silicona.