Su reflejo

SU REFLEJO

…Y su dedo empezó a sangrar.Llevaba días recogiendo las astillas del trozo que faltaba.Desde hacía años no había cesado en su empeño de reunir uno a uno los fragmentos de aquella enorme hoja de cristal que se había roto un día al azar.No sabía cuanto tiempo llebava allí ni quién la había puesto, sólo que se la habían regalado el día de su nacimiento y que siempre había visto en ella lo que nadie más veía.Estaba en una alta torre de cristal a la que solo ella tenía acceso. Era su refugio, sólo allí se sentía a salvo.
Durante horas contemplaba el reflejo que lo rayos del sol pintaban ante sus ojos. El reflejo de sí misma. La luz que su mirada le devolvía le mostraba sus anhelos más profundos. La perfección de su realidad era infinita. Se veía bella, rebosante de felicidad, poseedora de todo lo deseado, envuelta en un halo de magnitud que siempre la rescataba por un instante de sus peores pesadillas. Una vida en la que lo imposible no existía; ese mundo le pertenecía y fuera de él nada tenía sentido.
Un día se desató una gran tormenta alrededor de la torre, el viento soplaba tan fuerte que se podía sentir el temblor de sus cimientos. Aún así se sentía segura, la torre siempre había resistido a cualquier tipo de temporal. Se quedó mirando por uno de los ventanales la furia de los enormes truenos arremetiendo contra los árboles.
Jamás había visto un espectáculo semejante; mientras contemplaba las llamas, notó cómo una minúscula partícula de algo chocaba contra el cristal haciendo que se quebrara convirtiéndolo en una enorme tela de araña, fuera la batalla de relámpagos parecía enfurecerse cada vez más, sintió miedo, temía que su fortaleza se viniese abajo de un momento a otro…
En medio de su incertidumbre, un poderoso rayo atravesó el cristal dirigiéndose directamente al espejo, haciéndolo estallar en mil pedazos. No daba crédito a lo que estaba viendo, no podía ser que su imagen se viese destrozada de esa manera; la tormenta iba cesando y ella en la cumbre d su desesperación empezó a juntar los pedazos para reconstruir su mayor tesoro, no veía su vida sin él…
Parecían infinitos, estaban por todas partes y no sabía por dónde empezar. Recogió primero los más grandes, puesto que en ellos se veía mejor y sucesivamente los fue colocando de mayor a menor. A veces se caían, otras no encajaban o al intentar colocarlos se partían en dos . . . A medida que reconstruía su reflejo, se sentía cada vez más hundida porque lo que éste le devolvía era su frustración al no poder verse tal y como siempre lo había hecho.
Así pasaron días, meses, años….y no conseguía terminar lo que un capricho del destino la había obligado a empezar una vez. Poco a poco se fue acostumbrado a verse así, a trozos, y después d tanto tiempo dejó de importarle porque su vida también estaba partida en pedazos al igual que su espejo.
Faltaba tan solo una pieza para dar por terminado tantos años d trabajo. Después de buscarla por todas partes la encontró detrás del espejo y loca de alegría corrió a colocarla en su lugar; cuán fue su desilusión al comprobar que no se daba sujetado en su sitio, parecía increíble que si un día había formado parte del espejo ahora le faltase algo que le impidiese juntarse con las demás. Entonces recordó las miles de astillas que quedaban esparcidas por el suelo, sin pensárselo dos veces se lanzó a recogerlas…

Un pedazo de Relato compañera!

Muestra la cruda realidad, realidad que muchos se resisten a ver y siguen en su mundo de "hadas" y simpleces...

Un abrazo!

La idea central del relato, me da la sensación (puedo estar equivocado) que es la obsesión más que la preocupación por la propia imagen ¿crítica a la preocupante fijación de la sociedad actual por la apariencia?.
En cualquier caso, es un relato corto que se lee con rapidez, aunque siendo sincero, me ha dejado cierta sensación... como de que falta algo, no sé, como si me hubieran estafado el final. Ojo, no digo que esté mal, sólo comento la sensación que me ha dejado.

No está nada mal este relato, ultimamente esta es el mejor subforo de todos.

Opino como Calvo, me he gustado mucho, pero el final me ha dejado frío... no sé porqué.