Me encantó la primera entrega por lo cruento, novedoso y revolucionario de su argumento. La mente maquiavélica de este complicadísimo psycho-killer, digna de un profundo análisis psiquiátrico y paradigma de la chaladura en su estado más encarnizado, salvaje e impío, me hizo ponderar sobre las posibilidades ilimitadas de iniquidad que pueden habitar en la mente de un perturbado. Hay que reconocer que sus artificios para someter a sus cobayas humanas a una postrera evaluación final, cuyo premio puede ser sobrevivir si tienes las suficientes agallas, son ingenios que desvelan una mente a la par: demente y sobresaliente. 6 partes me parecen ya un hartazgo, francamente... Yo soy de esos entusiastas que disfrutan como un niño ante las primeras partes y aún, en ocasiones, repito mi fruición con la segunda, pero 6... ufff... No estoy yo muy a favor de las iteraciones compulsivas de una misma trama, con los mismos ingredientes generales, desenlaces idénticos y finales consabidos, trillados y por pura experiencia, ya previstos... Sucedáneos de la misma esencia dan sólo clones casi indistinguibles. Los espantos iniciales ya no son tan descomunales con las segundas partes, y mucho menos con las terceras y cuartas... Sin embargo siempre existe la esperanza de que un cineasta aventajado y avispado decida introducir en cada nueva entrega algún cambio sustancial que nadie espere o que conlleve alguna incógnita o historia que de pie a situaciones no vistas en la primera. Estoy viendo esta imágen de la chavala atada en el suelo con una cadena, darkdevil, y casi corrobora lo que venía yo anunciando antes: Esta escena ya no supone ninguna novedad... tuvo su repugnancia en sus albores.... pero ahora, despues de tantas partes, más o menos todos podemos imaginar los calvarios que le esperan a este bellezón...
Un saludo.