Scott Lobdell / Carlos Meglia.
He releído esta obra y una vez terminada le voy a hacer una reseña.
Una nave viaja por el espacio, en su interior permanecen en animación suspendida unos pequeños humanos que en ese momento tienen unos 8 años de edad, cuando lleguen a su destino deberán ser jóvenes en su plenitud física e intelectual, su misión: colonizar un planeta.
De repente, algo sucede y son despertados, algo ha destrozado su nave y se ven obligados a saltar a un planeta cercano donde habitan monstruos de pesadilla. Caen separados y han de enfrentarse a diferentes peligros, el peor de todos, los vampiros.
Con un argumento con el que Lobdell homenajea a diversas películas de serie B y su habilidad para contar historia de niños, nos presenta una historia muy digna, fluida, divertida y llena de tópicos del cine de terror. Así en un principio nos recuerda a Alien el octavo pasajero, para dejarnos ver después a nuestros personajes del cine de la Amér. Preferidos, el hombre lobo, los vampiros, Frankenstein… y otros numerosos guiños a otros cómics de terror y del cine de ciencia ficción, como el río de sangre (vampirella), o el agua que se puede respirar ( ABYSS).
El arte de Meglia es genial, sus diseños parecen sacados de cuentos de niños pero con un toque manga, todo mezclado con diseños estudiados de las mejores películas y cómics, hace que ver cada una de las páginas de este cómic sea una gozada, los personajes son tiernos, entrañables, de aspecto suave pero a su vez contundentes, firmes, expresivos. Hay detalles muy buenos que hacen que revises cada viñeta punto por punto con una sonrisa, pues su dibujo es simpático, bonito, y su narrativa curiosa.
En conjunto es una obra simpática, con acción muy curiosa con dosis de violencia al más puro estilo Warner donde nadie parece que vaya a morir y llena de homenajes. Lo lees y te descubres cómodo, distraído y sin buscar más que pasar un buen rato. No es una obra maestra, pero si muy simpática.