Batman: La broma asesina.

Una de las mejores historias basadas en personajes del cómic de Batman es sin duda esta. No en vano el guión corre a cargo del incombustible Alan Moore y los lapiceros del siempre genial Briand Bolland.



A pesar de pertenecer al universo de Batman, este cómic no es de este personaje ya que el auténtico protagonista es Joker. Toda la historia ronda a través de él, como se convirtió en lo que es, lo que dejó detrás y nos lo humanizan algo, alejándolo del típico loco que hace lo que hace porque le gusta, mostrándonos que incluso dentro de él hay una pequeña vocecita que lucha por salir, pero que la locura mantiene muy encerrada.

Alan Moore se presenta una vez más como un maestro, haciendo un estudio del personaje mucho más profundo de lo que nadie podría imaginar, creando una historia muy dramática de un fracasado que sabe que lo es pero que se mantiene por su mujer, que es capaz de hacer lo que hace por amor y que ve su modo de vida interrumpido por un accidente. Ese accidente le convierte en lo que es y odia con toda su alma al culpable indirecto del mismo: Batman. Como venganza, Joker decide devolverle a Batman la pelota y para ello quiere convertir a una persona cercana a él en otro Joker y para ello se porta de manera cruel y despiadada, haciendo de este cómic una obra adulta y violenta. Nunca se ha visto un Joker como este, tan malvado, sin dar posibilidad a vías de escape y tan lleno de maldad.



Tampoco antes se ha visto a un Batman tan cerca de perder el control, aunque su aparición sea breve (insisto en que no es el protagonista), si es el punto y final, demostrando que quizás no esté mucho más sano mentalmente que el Joker y que solo se diferencian en el camino que han elegido seguir.



El dibujo de Bolland es totalmente impresionante. Ya se vieron sus maneras en Juez Dreed, en Camelot 3000 y en apariciones en varios cómics… pero lo de esta obra no tiene nombre. Dicen que tardo 8 años en dibujarla y dado el resultado final nadie puede dudarlo. Nadie ha sido capaz de mostrar un aspecto tan desquiciado en el Joker como él, nadie ha sido capaz de captar su locura, su dolor y su maldad como este hombre en un único dibujo.



El conjunto es impecable, una obra de arte con todas sus letras que merece un aplauso, tanto por su tratamiento adulto (no se cortan en mostrar desnudos), por la historia contada, como se desarrolla y como se ha realizado.

Un 10.